les enfants in temperley.
30.5.04
 
Perderlo todo, ariesgar a nada. La espuma brota de mi nariz. Un olor nauseabundo trepa desde las paredes del cuarto hacia mi habitación. Alguien se esta muriendo. Pero no sé quien es. Todo puede ser posible cuando te enamoras. Los sentidos se empecinan a seguir por sí mismos, sin ningún control, sin otra regla que la de liberarse friamente de una dirección. Pero eso es cuando la primavera llega. Y hoy siento frío todo el cuerpo. Yo quiero ver colores y nada es lo que veo, excepto aquella rampa maliciosa donde me arrastra el vértigo. Otra nube áspera de sentidos quiebra. Mi misión no es matarte, solo adjudicarme tu vida en un nuevo marco del recuerdo que mi galeria de vida te ubica en el salón de importancia. Sino no estuvieras aquí, ya hubieran perecido mis esperanzas de encontrar alguien con quien hablar, y mirar indetenidamente los ojos, permaneciendo en cuclillas, recostado en nuestra cama.

29.5.04
 
Todos los años cumplo dos veces los años.


En medio de esta larga indigestión que significa matar el tiempo con banales cosas, se me acerca un tipo que ni idea tiene de mí para decirme que no estoy en mi casa. Como si debiera comportarme de otro modo. No voy a trabajar para él. Al menos estoy aquí para hacer ciertas labores que no conciernen todo mi tiempo encerrado aquí. Mas alla de eso, tengo que buscarme algo para hacer.

28.5.04
 
Todos los años cumplo dos veces los años.


En medio de esta larga indigestión que significa matar el tiempo con banales cosas, se me acerca un tipo que ni idea tiene de mí para decirme que no estoy en mi casa. Como si debiera comportarme de otro modo. No voy a trabajar para él. Al menos estoy aquí para hacer ciertas labores que no conciernen todo mi tiempo encerrado aquí. Mas alla de eso, tengo que buscarme algo para hacer.

 
temperley


decime si esta bien asi

27.5.04
 

25.5.04
 
ps. no quiero ni pensar en si te acostaste con alguien, cuan estupido es eso?

 
no pasa un solo dia en que no entre a leerte por lo menos dos veces.
un tanto estupido tal vez, no se, pero siento que es la unica forma no peligrosa para ninguno de los dos de tenerte cerca.
tengo mucho miedo mar, de que va a pasar, de que no va a pasar mas.
pero yo sigo aca, y no me voy a ir nunca, aunque no este o aunque me lleve mis cosas.
porque te amo, y porque aunque quiera no puedo dejar de querer verte bien.
todo esto no es mas que otro de mis intentos para conseguirlo.
te quiero ver reir, mas que nada, de verdad.
y se que te resulta ridiculo que pretenda realizar ese deseo alejandome, pero tambien se que lo entendes y sabes porque es asi.
apurate, pero no porque se vaya a apagar nada, o porque yo vaya a desaparecer, eso no va a suceder, estoy aca y ne encantaria que me uses para reirte.
apurate porque tengo mucho miedo de que pasa si te cansas antes de haberte reido de verdad.
te amo todo.

 
Martes. Veinte cigarrillos en un día.
Hoy es Martes veinticinco de mayo del año dos mil cuatro.
Son mas de las cinco de la madrugada. Nada de revoluciones. Me siento incomodo en este sillón, donde escribo este tortuoso diario de otoño invernal. Tendré una silla en corto tiempo. Una silla, tan poco a veces lo que necesito. Solo es dinero lo que se requiere para este tipo de vicioso confort. Un día de festividad y celebración. A nivel institucional, no debo trabajar, a nivel cultural, quizá alguna gente camine hasta Plaza de Mayo y escuche a los artistas de siempre repitiendo las mismas canciones, los mismo actos, la escarapela inservible en el pecho colgando. Dicen que allí se prepara un acto conmemorativo por una revolución que no fué, pero que la historia oficial se encarga de persisitir en su intento por fomentar la verdad que conviene estar instaurada según sus preceptos y conveniencia.
Estoy de estreno de algunas cosas nuevas. Ahora la música suena mejor desde el pequeño aparato que compré. Intenté ver alguna película, por ahora, la video responde, pero clama que le de entierro, nada de funerales.
Hoy, según el Estado, se celebra el nacimiento de la patria. Para un país tan poco adepto a celebrar nacimientos, ya que las fechas patrias suelen ser conmemoratorias, a causa de las muertes de los próceres que vimos desde niños en las aulas infantiles, escolares. Parece un atrevimiento inservible, arbitrario, sin aditamentos ni fundamentaciones. Es verdad que la patria nunca nació. Si bien se hizo como pudo y como algunos pocos quisieron, la revolución que proclaman y pregonan ciertos sectores de la sociedad, como acto de recuerdo, es una simple venda que tapa los ojos de las gentes. Pero la gente se alivia por un día feriado y sin trabajo, sin transito sofocante en las calles.
Ayer pensaba que ella podía estar, y me enteré al rato que así fue, que llegó, pero en toda la noche no la ví. Salí a buscarla afuera una vez. Al no verla me volví el centro de la escena y hoy me dijo que al final entró al lugar y que jugó a ser invisible. Su acto estuvo bien, si esa era su intención, le salió de lujo; una jugada perfecta. Ninguno de nosotros nos estamos tratando bien, y si bien esto no es ninguna novedad, hoy fui de paseo con ella por calles lluviosas, respirando humedad que tapó mi nariz. Compró su objeto preciado y yo el mío. Debo devolverle sus cosas por que debo hacerlo, por que le pertenecen, pero también por que no quiero tenerlas mas aquí conmigo. Si están sus cosas, ella está, no puedo evitarlo. Además de su presencia en mis pensamientos, un agregado mas a la conspiración de mis sentimientos. Y cuando hablo, interrumpe diciéndome que no quiere discutir. Odio tener que escuchar esas palabras cuando no tengo a intención de hacer lo que ella cree que es mi principio de palabras. Si le digo directamente lo que pienso o siento, cree que le estoy peleando, entonces dice, no tengo ganas de discutir, y ya esta, al diablo con el diálogo, con la conversación que cada vez se torna más difícil para los dos. Si cada uno habla de sus cosas particulares, un tanto superficiales por cierto, podemos escucharnos, pero es imposible tratarnos directamente cuando llega el tiempo de hablar sobre nosotros. Allí todo se torna brumoso y violento. Y es una violencia que no salta de mi ni de ella, solo se genera por el fuego de los dos. Ahora pienso en el fuego de los dos. Una llama que aún no se extingue pero que la veo parpadear, como una vela apunto de morir. Un fuego lento, casi sin fuerzas para iluminar nada. Pero si estamos juntos, ese fuego pequeño, célebre, inolvidable, se convierte en una hoguera donde nos quemamos mediante nuestra propia inquisición. Los dos somos brujas histéricas, cada cual mirándose en el espejo del otro y reflejando monstruos que los ojos ven.
Ayer acabé la noche dormido por pastillas. Antes tuve un encuentro furtivo con alguien que es capaz de darme demasiado, pero no es ése demasiado lo que necesito. En realidad, cuando el encuentro termino, me quedé con la sensación inmune de no necesitar de nadie.
Un abrazo, una caricia, que más dá. El cerebro partido en mil mitades que salpico. Pero ella, invisible, estaba ahí.


 
Hace tiempo que no escribo algo sublime. Creo alguna vez, algunas líneas pefectas...lo he hecho.
Y escribo solo para no conformarme con lo que he hecho hasta ahora. Todo se sume cada vez en una tremenda oscuridad. No tiene nada de divertido ¿Verdad?. Espiar el estribillo de nuestras vidas. Tranquilos, no es para alarmarse. Es solo cuestión de tiempo y acción. Una acción desmedida, insana, que lleva construir y crear mas allá de mi propia verdad y obstaculos. La creación por mi solo no es un gran artefacto por donde girar la historia.
¿Solo queda divertirme y ver cómo se cae el techo?
La costumbre de escribir, en mí no se ha hecho costumbre. Lo hago por que lo necesito, como todas las demás cosas que me llevan un poco mas allá de mi mismo.
Yo no necesito grandes cosas para estar bien. Pero no me doy cuenta del porqué no logro disfrutar lo que tengo y siempre, queriendo mas, mi ansiedad pedura y me sofoca.

22.5.04
 
Inmediatamente

La salvación a su modo. El ritmo imperante
La gracia rota, escondida debajo de la alfombra
Yo solo te veo
Aturdido en mis planteos siniestros
Vos estás en coma
Y yo, tratando de salir
Magnética fila de cenizas en la pantalla
Se alzan cubriéndolo todo

20.5.04
 
Sabado 27.
Y después hubo nevada
Los látigos hoy estaban indefensos,
Aguardándonos
No tengo nada que perdonar
No tengo nada que perder
La tomenta ha arrivado
La piel de Cristo se desprende
Mañana circular
Las hojas como éstas, van cayendo
Y van gritando que ya no se quieren
Estuve pensando...
¿Cuál es tu último diario?
¿Un Dios de la sequia?
¿La cueva del adorno?

En venta esta cobarde hipocresía
Seguir latiendo
Y no creas que lo que digo es la verdad
Ella no está, jamás se ha ido
Caí en tu aire agotador
El mal aquieta la travesía
Las noches convertidas en insomnio
La vista bruta en color madera

Cayendo, debajo del escenario
Alrededor puedo ver como mi vida cambia
Las escenas esperadas
Los golpes fantasticos
Todo esto es fruto del descontento

No puedo afirmar de quienes,
Pero lo veo en tus ojos
La divina comedia
Hija bastarda
Puedo ver el drama, solo en tu visión
La perla constante,
La misma frecuencia

19.5.04
 
Gasté mil palabras para sacer de mí lo que no puedo arreglar. Lo que me aflige de tal modo que el dolor, la angustia, esa tristeza inefable, se condensa en todo mi ser. Y entonces es verdad que aquellas cuestiones se materializan.
No puedo separar lo que siento de lo que soy
Soy lo que siento y eso reduce todo a mi desición de esgrimir.

Todo se sale de la escena
Y cuando mas lo preveés, mas sucede
No quiero atarme al globo de tu ensueño
Para no tener donde caer cuando pierda el aire que infla
Poderoso vidrio roto y transparente,
El espejo del alma no son las palabras

 
Poder ver la montaña desde lejos
Contemplarla durante el resto de tu vida
O podés acercarte a ella y abrazarla
Y ver asi tu cuerpo fundido en ella

Hoy día, raíces sangran
Los desencuentros tibios dejarán de caer mal
Y sentir después que algun mortal, espera del ayer
Lo que el futuro quitará.

Hoy valgo yo
Nadie es tan importante que yo
Solo dependo de mi para sobrevivir.
Tal vez estás mejor
Es solo aparentar
Para vos. Not for me

17.5.04
 
Las nubes grises de invierno arriba y en los ojos del niño que sentía el frío a través del pulóver bordó. Mejillas sonrojadas, la cara tiesa dejaba dientes apretados, típico de músculos en esos días, así como gestos de ira y dolor, del anhelo de un abrazo reflejado en sus manos congeladas.

Se crió con quien estaba de turno, y supo bien disfrutar de lo bueno, tampoco era cuestión de no sonreír más. El retraimiento, la enajenación. La enajenación del retraimiento. El retroenajenamiento, y pensar demasiado en cosas que no le correspondían tan temprano consecuencia de ver por demás figuras deformes como gritos que se aplastan contra las paredes. Pero no era cuestión de no sonreír más.

Ahora he crecido y mis manos grandes, siguen congeladas y aún siento el frío que atraviesa la lana vieja de mi suéter. Si bien hoy me crío conmigo mismo y ese es uno de mis orgullos, siento la necesidad de que alguién esté aquí, diciéndome algo, mirándome, haciéndome sentir alguien.

Mis noches son largas y tienen gusto a cigarrillos y café, y el miedo a no dormir me provoca insomnio. Debo admitir que me he acostumbrado bastante bien. Y ya no es sólo el hecho de haberme acostumbrado, mas bién ahora sé que disfruto de esa clase de miserias y como si fuera poco tengo la necesidad de compartirlas de alguna manera con alguien, volviendo así a recordar mi infancia solitaria, como algo que no quiero dejar escapar.

Los primeros síntomas de la vejez se me han presentado, en diferentes ocasiones y formas. Las canas de mi padre, las quejas de la mujer que me crió, el olor y los gritos de mi madre; todo a modo de recordatorio, el pasado me aborda cada segundo.

No como demasiado, no me da hambre muy a menudo. No me gusta la gente que me juzga, pero sí la que me alaba. Me gusta sentir que me quieren. Me gusta pensar que alguien me quiere. Me gusta aunque sea una mentira. Me gusta pretender creer las mentiras. No me gusta admitir cuando miento.

Hoy soy profeta de mí mismo y de nadie más. Mi mano derecha siempre fue alguien de baja perspicacia. Necesito sentir altura, poder. Me busco enemigos bajos para lograrlo. Me gusta hacerlos sentir inferiores. Me gusta que sufran como yo he sufrido el frío a través del pulóver.

Compré esta biblioteca ni bien junté lo mínimo indispensable. Tengo todo, todo lo necesario para sentirme un hombre sabio. He leído y repasado cada uno de mis cientos de libros. Tengo facilidad para retener información. De adolescente jugaba frente al espejo a recitar diálogos, interpretando varios personajes a la vez. Nadie supo eso nunca, salvo una tarde de domingo, yo estaba en el living y mi abuela se bañaba. Le había robado sus maquillajes para interpretar la novela con mas cuerpo. Estaba tan concentrado que no me di cuenta hasta que la ví entrar con ojos de huevo.

Tuve que soportar los azotes de mi padre y sus preguntas, no sólo azotes, sino preguntas que, por supuesto, no me dejaba lugar a responderle.

Con el tiempo comencé a escribir guiones simples, y a medida que fui adentrándome en el tema se hicieron mas complejos, con más personajes, escenarios diferentes, y sentimientos espumeantes.

Yo nunca fui una persona expresiva. Las muestras de afecto corporal siempre me han sido ajenas, así como la demostración de sentimientos, de miedo, de amor, de culpa. De ellas sólo había experimentado la primera, hasta ese entonces. Pero en mis últimos guiones los sentimientos parecían llegar por sí solos, adueñándose de la escena, violentos, violentísimos.

Luz

16.5.04
 



Los labios de Steven Tyler podrían ser los más famosos, la boca desproporcionada y procaz símbolo del rocanrol, si no existieran los labios de Mick Jagger. El precedente de los Rolling Stones puso siempre a Aerosmith en un molesto segundo lugar, porque no es sólo el parecido físico de sus cantantes sino la música, el rocanrol forajido heredero del blues, lo que los emparenta. Claro que Aerosmith quedó en el lugar de la fotocopia color de los Stones: más jóvenes, más drogadictos ?como si tal cosa fuera posible?, más elementales, con menos leyenda, menos canciones clásicas, menos sutileza y menos glamour que sus pares ingleses. Jagger y Richards se hacían llamar Glimmer Twins (Los Mellizos Brillantes). Steven Tyler y Joe Perry son los Toxic Twins (Mellizos Tóxicos), los Rolling Stones norteamericanos. Y ellos ya no se encargan de negarlo: ?Todos decían que éramos una imitación barata de los Rolling Stones ?dice Steven Tyler?, y hay un gran elemento de verdad en eso. Yo imité a Mick Jagger durante diez años. ¿A quién vas a imitar si estás en una banda de rock? ¿A Bobby Darin? No, a Mick. Es un demonio?.
La condición de segundones es, a esta altura, una injusticia. En realidad, Aerosmith tomó la posta de los Rolling Stones: cuando Jagger-Richards dejaron de escribir canciones milagrosas a mediados de los ?70 y se dedicaron a editar discos cada vez más penosos ?con la excepción de Some Girls y Tattoo You? Aerosmith recuperó ese rock sucio, parrandero y desafiante, terriblemente divertido, y continuó el camino. En 1975 la banda editó Toys in the Attic y en 1976, Rocks; los Rolling Stones hubieran pagado con sangre por esa frescura en aquellos años oscuros. En los ?80, Aerosmith grabó los mejores discos de rock de la década, casi sin competencia: Permanent Vacation, en 1987, tenía ?Angel? (la balada que Bon Jovi siempre quiso y nunca pudo componer) y ?Dude Looks Like a Lady?, una celebración del travestismo tan pícara como festiva. Dos años después, con el grupo limpio de drogas, editaron su obra maestra, Pump: ?Love in an Elevator? era un canto al sexo rápido como parte del mito rockero, ?Janie?s Got a Gun? conectaba con los adolescentes descarriados, ?The Other Side? es la mejor canción posible para escuchar en un auto a toda velocidad y ?What it Takes? es otra balada mastodóntica y vulgar ?se la deben envidiar con saña los Kiss. Sin pretensiones, entre rehabilitación y rehabilitación, Aerosmith es la única banda de rock longevo relevante, con su rocanrol genuinamente celebratorio y un estilo de vida que nada tiene que envidiarles a las pantagruélicas fiestas de los ?70... sólo que es una fiesta libre de drogas.

Aeroexcesos
?De todo lo que perdí en los ?70 ?dice Steven Tyler?, lo que más extraño es mi mente.? Y Steven Tyler perdió muchas otras cosas. La relación con su hija, la actriz Liv Tyler, por ejemplo; la madre, Bebe Buell, no se atrevía a reunir a la niña con su intoxicado padre. Su fortuna, también: en aquella década, la banda encendía los cigarrillos con billetes de cien dólares. Cuando grabaron ?Walk This Way? junto a Run DMC en 1985, la primera canción de rock en colaboración con un grupo de rap, el tema que advirtió a los jóvenes del mundo sobre el hip hop y que hoy está en la historia como un hito de mestizaje, lo hicieron porque de verdad necesitaban los ocho mil dólares que les pagó el productor Rick Rubin. Ningún integrante de la banda sabía lo que era el rap, salvo el baterista Joey Kramer, que lo odiaba. Explica Joe Perry: ?En ese momento no apreciamos la importancia y la influencia que podía tener esa colaboración. Estábamos demasiado ocupados tratando de mantenernos sobrios?.
¿Cuáles son esos excesos tan famosos? Aquí un pequeño anecdotario:
* Durante los ?70 y ?80, los colaboradores del grupo tenían orden de tirar abajo la puerta de las habitaciones de hotel si algún integrante no abría la puerta, en caso de que hubiera muerto.* Steven Tyler fingía estar enfermo para robarle drogas al médico cuando lo visitaba en su habitación. Durante años, tenían que sopapearlo para que subiera al escenario, y muchas veces se desmayaba entre tema y tema.
* En 1977, Joey Kramer chocó su Ferrari y casi se muere porque el golpe le cortó una arteria.
* Ese mismo año grabaron el disco Draw the Line en una mansión aislada. Joe Perry llegó con una Thompson semi automática que usó para dispararle a tambores en el altillo. Tyler decía que veía doble y hasta triple todo el tiempo, porque había contratado al chef de Grateful Dead que le hacía comida con ácido. Cuando llegó un equipo de filmación para hacer un documental sobre la grabación, Perry tuvo que tomar dos gramos de cocaína para mantenerse en pie. Un año después, fue internado por desnutrición.

El renacimiento
La segunda oportunidad de Aerosmith llegó con Pump, pero con Get a Grip (1993) cambiaron su status, y su público. La seguridad que destila ese disco puede estar relacionada con que el grupo había influido a una generación de rock norteamericano que llegó a su punto máximo con Guns n? Roses; todos esas bandas eran historia a mediados de los ?90, pero Aersomith las sobrevivió. Fue una idea genial contratar a Marty Callner: el director los reinventó contratando a estrellas juveniles como Alicia Silverstone, Edward Furlong (Terminator II) y Liv Tyler para videos que eran cortos sobre el mundo adolescente; a los cuarentones de la banda casi no se los veía. Los siguientes discos ?Nine Lives (1997), A Little South of Sanity (1998) y Just Push Play (2001)? repetían la fórmula rock de estadio + baladas, pero eran muy dignos.
Ahora la banda de Boston acaba de editar un disco de covers, con el feo título de Honkin? on Bobo. Ellos dicen que es un tributo al blues, a sus orígenes, pero lo que les sale es tan irreverente y tan Aerosmith que despojan al género de toda melancolía y lo catapultan hacia un ideal festivo que es la esencia del grupo, ayudados por el piano de Johnnie Johnson (el mítico compañero de Chuck Berry). En ese sentido no es un tributo: suena barato y guarango, y aunque se nota que aman el blues, también es evidente que siempre les van a gustar más los Rolling Stones.
Honkin? on Bobo también es un disco divertidísimo, y bastante imprevisible. Algunas elecciones son clásicas, como ?Roadrunner? de Bo Diddley o ?I?m Ready? de Willie Dixon, pero otras sorprenden: eligieron temas de Fred McDowell, cultor del delta blues del Mississippi en los ?50 y ?60, como ?You Gotta Move?, ?Back Back Train? o ?Jesus Is on the Main Line?; de Little Walter (?Tempeture?), un bluesman de Chicago famoso por su genialidad con la armónica; de Freedom (?Never Loved a Girl?), un oscuro grupo psicodélico de los ?60; y hasta de Fleetwood Mac (?Stop Messin Around?). Aerosmith también homenajea a Yardbirds y John Mayall Bluesbreakers, las grandes bandas que tomaron la música negra hace cuarenta años, pero como grupo pendejero que es, al fin y al cabo, nunca deja que el respeto por las raíces entorpezca su alegre forma de hacer rock. Una alegría terriblemente contagiosa.

Mariana Enriquez


 
Una habitación enorme y una letra chiquita

Poeta inclasificable, integrante de la generación perdida, tan osado como sus contemporáneos Eliot y Pound, autor de un modo de escribir único que no ha dejado descendencia, e.e. cummings incursionó, a comienzos de su carrera, en la prosa. Ahora, se acaba de editar La habitación enorme, aquella crónica de su cautiverio en Francia durante la Primera Guerra Mundial, adonde fue como voluntario en el cuerpo de ambulancias y terminó arrestado en un campo de concentración durante tres meses, acusado de espionaje.


En una inolvidable escena de Hanna y sus hermanas, de la época en que nos gustaban todas las películas de Woody Allen, el proyecto de adúltero Michael Caine se jugaba todo en una librería y con el alevoso propósito de levantarse a su cuñada Bárbara Hershey le leía uno de los poemas de amor más hermosos de la lengua inglesa, el que empieza así, todo con minúscula: ?somewhere i have never travelled, gladly beyond...? (?en un lugar adonde nunca he ido, alegremente, más allá...?), y termina con el inolvidable ?nobody, not even the rain, has such small hands? (?nadie, ni siquiera la lluvia tiene manos tan pequeñas?). Inolvidable. La mina se merecía eso y mucho más, porque la Hershey ?hermana más chica de Hanna (Mia Farrow) y en pareja con un veterano Max Von Sydow en la película? ha sido siempre hermosa e inteligente, ya como jovencísima ladrona a lo Bonnie en sus comienzos, como joven yegua de cara lavada en la de Woody o como la fortísima Magdalena que eligió Scorsese para prepararle la última tentación nada menos que a Cristo. Para hacerle el verso, siempre.Bien. Ese hermoso y accesible texto poético leído con acento británico por el miope Caine sirvió para que muchísima gente se enterara de que existía alguien llamado e.e. cummings (sic), un incómodo yanqui capaz de escribir así, con minúsculas obligadas, las cosas más extrañas y maravillosas. Ojalá que la película de Allen haya servido también para vender algunos libros más de este poeta inclasificable.Duro de traducir Nacido en Cambridge, Massachusetts, en 1894, hijo de un multifacético profesor de Harvard luego ministro de la Iglesia Unitaria de Boston, e.e. cummings (Edward Estlin Cummings en los formales documentos), tras frecuentar los griegos, Dante y Shakespeare, publicó sus primeros trabajos en las revistas de la universidad y cumplió el sueño de su madre de tener un hijo poeta. Graduado justamente en Harvard ?su casa? en 1916, partió a Francia a hacer pacíficamente la guerra como voluntario en el cuerpo de ambulancias pero terminó arrestado en un campo de concentración durante tres meses, acusado de espionaje. Las amarguras no le impedirían luego escribir brillantemente la crónica de esa experiencia ni volver a Europa como conspicuo integrante de la llamada generación perdida.Pero este e.e. cummings que frecuentó la escritura teatral y fue pintor part time, pasaría sobre todo a la historia grande de la literatura del siglo XX porque se atrevió a escribir, según puntualizó Harold Schönberg, ?algunos de los versos más arbitrarios, poderosos, soberbios, feos, audaces, explosivos, incomprensibles (para algunos) admirables y discutidos de nuestro tiempo?. Y el dodecafónico acertó con todos los adjetivos. Faltó uno, que se deduce del resto: ?intraducibles?.Precisamente, verter los poemas de cummings al castellano nunca dejó de ser una aventura de resultados inciertos para no decir desastrosos a la que se atrevieron varios incombustibles versificadores españoles, algún mexicano Premio Nobel y valientes criollos. Siempre algo se puede hacer, y algunos ?Paz, Revol, Perednik, Vasco y Tobelem (sobre todo), San Juan y Figueras, y Canales? han hecho el fervoroso esfuerzo. Fuera de toda escuela, categorización o corriente, el inclasificable cummings es de los que no cuadran ni siquiera en el contexto de sus iconoclastas coetáneos Eliot y Pound. Sus innovaciones ?equivalentes en virulencia y creatividad a las de sus pares impares? pasan por otro lado: alevosa destreza técnica para combinar metros y rimas y un manejo libérrimo de la puntuación, el espacio y la disposición gráfica, con ruptura incluso de la palabra en famosos textos que lo acercan más al letrismo o la poesía concreta. Su propia experiencia plástica lo aleja de las búsquedas mucho más conceptuales, siempre conscientes de la tradición literaria, de Pound y Eliot. El modo de cummings es explosivo, popular pero sutil, musical pero ruidoso, efectista e incorrecto, entre laprovocación y la genialidad. Recogió, naturalmente, fanatismos a favor y en contra. Sin abuelos ni nietosBasta con los títulos de sus libros. Al primero de poemas Tulips & Chimneys (Tulipanes & Chimeneas) del 1922, le siguió XLI Poems (1924); pero los sucesivos se llamaron simplemente & (1925) ?porque reunía los poemas que los dos primeros editores habían desdeñado en sus selecciones? e Is 5 (1926) como respuesta a la suposición generalizada de que 2 + 2 = 4... Es que si hay un rasgo constante en la poesía o ?mejor? la mirada de cummings, es el humor. Un humor ferocísimo, iconoclasta, a veces vulgar ??un político es un culo / en el que cualquiera se sienta excepto un hombre?? y a veces, casi siempre, irónico: ?cuando las serpientes reclamen su derecho a reptar / y el sol haga huelga para obtener un sueldo digno: / cuando las espinas contemplen sus rosas con alarma / y los arcoiris cuenten con un seguro de vejez... y marzo denuncie a abril por saboteador // entonces creeremos en esa increíble / humanidad inanimal (pero no hasta)?.En ningún lugar mejor que en sus Seis inconferencias ?dictadas en Harvard en 1954? cummings ha explicitado mejor, a través de una originalísima autobiografía lírica, su concepción de la poesía y de la vida, ?esa entrañable rebeldía suya contra todo lo que nos condena a la tristeza, su intento desesperado por recuperar para los hombres la alegría de vivir?, como define la contratapa de la inhallable edición argentina de 1976. Una celebración que se expresa en términos de extraño rigor lógico con fórmulas concisas y deslumbrantes: ?ni falso ni posible es el amor / (que es imaginado, y por tanto ilimitado) / el amor es dar y guardar lo dado; / como el sí es al acaso, el amor es al sí?. Sólo Macedonio ha caminado por renglones parecidos en castellano.Ideológicamente ?perdonando la palabra y los equívocos? cummings también anduvo siempre en el filo de la incorrección, y aunque encarna un avatar más de la tradición yanqui del individualismo exacerbado, no por eso es un liberal amoldado. Fue a la URSS a comienzos de los ?30 y el resultado de su excursión fue un inclasificable libro de viajes, Eimi (?Yo soy? en griego), absolutamente experimental, construido a partir del esquema dantesco (el Inferno es la URSS) y profundamente crítico de la burocracia stalinista. Lo acusaron de antisemita cuando usó la palabra ?kike? (despectiva forma de mentar a los judíos) en un poema de Xaipe (1950), y transitó zonas minadas al mencionar un ?nigger?: ?un día un negro / atrapó con las manos / una estrellita no mayor / que no entender // ?nunca te soltaré / hasta que me vuelvas blanco? / así fue y las estrellas / ahora brillan de noche?. Ironizó incluso con Eisenhower y nunca dejó de criticar el autoritarismo del Estado y todas las formas de coacción desde un individualismo radical. En los últimos años disfrutó de una extraña popularidad como lector de sus poemas y recibió becas, premios y reconocimiento.?Nacido en 1894, se conserva siempre maravillosamente? contestó a mediados de los ?50, en tercera persona y parafraseando el slogan de Johnnie Walker. Duraría un tiempo más y fue de los pocos, junto con Faulkner, que no se prestó a adornar la mesa de Jackie Kennedy cuando la Dama convocaba desde la Casa Blanca.Cuando murió en 1962 selló una obra de tal originalidad que no ha dejado ni escuela ni descendencia. Como sucede con su admirado Krazy Kat ?el comic, la obra maestra absoluta de George Herriman a la que dedicó en 1946 un prólogo-ensayo revelador? la poesía de cummings inventó un universo loco y cerrado con sus propias e inimitables reglas.La locura concentradaAdemás de sus poemas reunidos en más de diez volúmenes y de un par de insólitas obras teatrales ?Him (1927) y Santa Claus (1946)? cummingsdejó tres inclasificables libros en prosa: el citado Eimi, de 1933, la serie de conferencias de 1954 reunidas bajo el título I: six nonlectures, y el que fue su primer libro, la crónica de su cautiverio en Francia durante la Primera Guerra Mundial, The Enormous Room. Este es el libro que con el título de La habitación enorme acaba de publicar la editorial española Espasa Calpe en su colección de narrativa Relecturas. Un acontecimiento.Publicado originalmente en 1922 mientras cummings vivía en Europa ?había viajado con John Dos Passos el año anterior?, su texto participa desde un lugar menos estridente del gesto con que por entonces Joyce, Eliot y Pound dinamitaban, desde distintos lugares, la literatura en lengua inglesa. Es, en principio, el relato de una más grotesca que terrible experiencia vivida durante la gran guerra en Francia cuando, alistado como voluntario conductor de ambulancias ?parece que Hemingway no fue el único en hacerlo...?, terminó preso de las autoridades francesas acusado de traición por un malentendido provocado por un compañero Slater Brown (simplemente B, en el relato). La crónica de la captura de los dos incautos yanquis y del confinamiento durante tres meses en el campo de concentración de La Ferté Macé ?tres años, exagera la contratapa del volumen traducido...? da estructura a un desarrollo que sigue, entre alusiones y paralelismos irónicos, un texto clásico de la literatura devota: The Pilgrim?s Progress, de John Bunyan. Esa ?habitación enorme? de los reclusos ?ochenta pies por cuarenta? no lo es sólo por sus dimensiones sino por su capacidad de albergar un muestreo increíble de personajes de toda laya y origen. Esa fauna grotesca que se ramifica en mil historias es la materia de un relato ilustrado por las viñetas originales, los apuntes del autor. Pero eso no sería nada si el instrumento utilizado por cummings ?la(s) lengua(s)? no estallara de página en página con un ejercicio de cruce de idiomas y registros de habla coloquial que compite sin desmedro con los experimentos de sus coetáneos ?y de él mismo? en el campo de la poesía.La habitación enorme es, además, sin truculencias ni sentimentalismos y con un tono de desparpajo insolente, un texto antibélico devastador. La Gran Guerra ?así llamada siempre pese a que hubo después una más grande y más cruel aún? ha sido buen escenario para contar con talento y desolación la imbecilidad militar, la mezquindad de los estados, la estupidez de la consabida y supuesta muerte por la patria. De las novelas de Remarque y Junger a películas de Kubrick y Losey, historietas de Tardi o tangos de Gardel, la guerra que mató a Saki, mutiló a Cendrars y le rompió la cabeza a Apollinaire ha merecido los más sombríos testimonios. Este hermoso y terrible libro de e. e. cummings ?la mirada y la escritura de un poeta de tiempo completo? da cuenta de los efectos de tanta ominosa y vigente locura.
J.S

 
A esta altura, Charlie Haden es casi una leyenda viva. Coquetea diciendo de sí mismo que es un contrabajista de técnica imperfecta. Sin embargo, su sentimiento es perfecto. Tocó con músicos tan distintos como Ringo Starr, Bruce Hornsby, Ricky Lee Jones, Pat Metheny y Keith Jarrett. Y cada uno de sus discos es escuchado con devoción.
Aunque él diga que en estos tiempos da un poco de vergüenza ser estadounidense, nada es más gringo que Charlie Haden haciendo un gesto reprobatorio a los comensales ocasionales que osan encender un cigarrillo. Al lado de este hombre no se fuma.
Y aunque él diga que ha buscado a lo largo de su dilatada carrera ser en la vida la misma persona que es cuando toca el contrabajo, nada es más neurótico y obsesivo que el Charlie Haden de calle. Que la comida, que el hotel, que la calidad de sonido en el teatro... junto a este artista no se puede dejar nada librado al azar.
El bajista de técnica imperfecta y sonido perfecto puede quedarse largos minutos mirando el salmón rosado que yace en un plato a la espera de ser consumido, en bocados pequeños, por un comensal exigente y miedoso (él mismo).
?Charlie, ¿te gusta? ?pregunta un Rubalcaba atribulado.
Sin mucho entusiasmo, como esos niños que comen sólo para poder tener derecho al postre, Haden asiente y mira fijo su alimento.-
Se dice de usted que es el bajista de técnica imperfecta y sentimientos perfectos, ¿está de acuerdo con eso?
?Es cierto, realmente no tengo una técnica formal. Soy autodidacta, mi entrenamiento musical viene de cuando era un niño que cantaba música country, y ésa es mi escuela. Yo toco lo que siento y, ojalá, con las notas correctas. Ya no pienso en lo que toco como jazz, no me gusta hablar de música en término de categorías, para mí la música es real y significativa cuando viene de una persona con dedicación y devoción, que no tiene opción, que debe tocar y componer. No pienso en vender muchos discos, pienso en hacer música bella y en llegar a la mayor cantidad de gente posible, porque no somos suficientes. Las formas de arte son una minoría y tenemos que atraer a más gente. Pienso en mí como una persona que trata de ser lo más cercano a la vida que pueda y soy así cuando estoy tocando y trato de serlo en la vida cotidiana. Cuando toco música toco la vida, veo la vida de una manera diferente y mi esperanza es poder ser en la vida cotidiana el ser humano que soy cuando toco. Eso es muy difícil, porque cuando estás tocando aprendes lo importante que es la humildad y la entrega, aprecias esto, y cuando ya no estás tocando y entras en tu vida cotidiana, es difícil vivir de acuerdo a esa humildad y entrega y sentarte a escuchar a alguien sin pensar en ti mismo.
¿Nunca sintió ganas de tirar el bajo por la ventana?
?No, nunca he pensado en parar, no puedo parar. No recuerdo haber tenido una etapa en mi juventud de haber pensado ¿qué quiero ser cuando crezca? Siempre lo tuve claro, no tuve una opción diferente. No pienso en las combinaciones, o en quintetos o en tríos; más bien pienso en encontrar músicos que tengan los mismos valores de creatividad que yo y he sido muy afortunado.
¿Qué significa ser músico estadounidense en estos tiempos del mundo?
?La verdad, ahora es un poco vergonzoso ser estadounidense. La administración que tenemos ahora es muy destructiva, sólo piensan en ellos mismos y espero que podamos tener un buen presidente para la gente.

Por Mónica Maristain

14.5.04
 
No hay daño peor que la ilusión hecha trizas. Tal vez peor será el destino del soñador. He querido una vez, mas que todo salga bien. No pretendo sacar partido de mis finos cálculos. Todo está enredado, todo se confunde y se funde en una misteriosa materia. Cuando me doy cuenta que la materialidad es un hecho irreverente para las buenas intenciones y el progreso, me desgano. Siento tristeza al ver partir mi sueño. De veras me es difícil tolerar el presente. Me da mucha pena abortar nuevamente el proyecto de estudio que siempre quise alcanzar. Y me es verdaderamente insoportable tener en cuenta todos estos detalles, todos los días, el factor numérico de la economía individual que imposibilita mi continuación. Son varias las cuentas por pagar, son varios los sueños que tolero frustrado.
Voy a continuar como siempre.
Solo he intentado continuar un estudio que tengo en ocho meses por delante. Y no puedo por culpa de miles de personas y actos que hicieron que el sistema maldito suspenda a las personas y las tenga en vilo en su realización. Por culpa de los robos, los sueldos, la incomprensión, la injusticia y el sentido común, muchos como yo, dejan su futuro en manos del presente irresoluto. Dos mil uno. dos, tres. warsaw!!!

 

13.5.04
 
Tengo tu espuma, tu codigo lunar
Un instrumento muerto y sin usar
Te vas a costumbrando a seguir insistiendo

m.

 
Desquite ( por GIOVANNI PAPINI)
" He sacrificado una suma inmensa y he disminuido mis rentas fijas en algunos millones, pero una de las fantasias mas antiguas de mi juventud se ha convertido en un hecho visible. La ciudad ha sido bofeteada, la naturaleza ha sido vengada. He vivido durante muchos años en horribles habitaciones en los barrios más populosos de la ciudad más populosa, polvorienta y rumorosa del mundo. Odiaba las habitaciones, las casas, las calles, la ciudad. Y no tenía más remedio que vivir allí. Y pensaba que, cincuenta o cien años antes, en el lugar de aquellos inmundos callejones, de aquellos caserones sucios y apestosos, de aquellos laberintos de asfalto y de barro, había praderas donde las flores se abrían al sol, campos donde los frutos maduraban, los pájaros cantaban, corrían las liebres y el viento pasaba libremente: la tierra franca, saturada de agua, olorosa de hierba sana, silenciosa, hospitalaria a los vagabundos. Y soñaba que un hombre poderosísimo --rico o dictador-- podría divertirse un día en devolver a la naturaleza un pedazo, al menos, de aquella asquerosa ciudad, derribando las casas, desempedrando las calles y haciendo volver al aire límpio donde había corrupción, los marjales floridos donde corrían las cloacas, el silencio donde había el estruendo, la soledad donde millares de hombres se amontonaban en tumbas de ladrillos superpuestas. Este pensamiento me guió, tal vez, sin darme cuenta, cuando compré muchas casas en uno de los barrios populares de New York. En vez de invertir mi dinero aquí y allá en la metrópoli, di orden a mis agentes de comprar únicamente casas en aquel barrio. Con el tiempo lo habría transformado sacando una renta tres veces mayor. Pero cuando me di cuenta de que poseía dos o tres calles enteras, y, a excepción de algunos trozos aislados, todo el barrio, me asaltó, con extraña fuerza, el recuerdo y también la tentación de aquel sueño. La fantasía rebasaba todos los cálculos: no pude resistir. Poco a poco conseguí comprar las pocas casas que no eran de mi propiedad y me encontre dueño absoluto de veinte acres de New York, más de ochenta mil metros cuadrados. Fueron necesarios seis meses para hacer salir a todos los habitantes y diez meses para derribar todas las casas. Quedaban, entre los escombros, algunas vías públicas sobre las cuales no tenía derecho. Fue necesario un año de gestiones e instancias cerca del municipio y del Estado de New York para que me cediesen aquellas calles para mi uso. No habiendo ya habitantes, las calles de acceso a las casas destruídas eran ahora inútiles. Tuve que hacer creer que destinaría a uso público el parque, para hacer desaparecer la última resistencia. Apenas estuvo todo en regla, obré como me pareció. Los veinte acres fueron circundados de una gran muralla alta, sin ventanas, cancelas o portalones -- el ingreso para mí es subterráneo -- y un cuartel general de botánicos, de zoólogos y de ingenieros, después de tres años de trabajo, ha realizado el milagro. En el lugar del asqueroso barrio habitado por obreros, pequeños empleados, pequeños tenderos, se halla ahora una especie de selva virgen con largos bosques, prados y canales, donde los pájaros cantan, donde los árboles florecen, donde apenas se oye, lejano y confuso, el rumor de la ciudad infernal. Una parte del terreno ha sido convertido en jardín zoólogico; leones y panteras rugen allí donde antes alborotaban los chiquillos y charlaban las comadres. En la parte destinada a bosque he hecho introducir liebres, ardillas y erizos, y nadie tiene derecho a matarlos. Las plantas traídas aquí ya adultas, defendidas con los métodos más seguros, están ya vigorosas y se multiplican, hasta el punto de formar umbríos senderos y dédalos pintorescos; la ilusión de estar apartado centenares de millas de la población mas inmunda de la tierra. Aquí no hay casas, a excepción de algunos pabellones escondidos para los jardineros y los guardianes de las fieras. Quien pasa por el exterior no ve nada, no disfruta nada; tal vez por la noche, en las calles vecinas se oirá el rugido de un tigre o el canto del ruiseñor. Yo solo disfruto de este pequeño paraíso terrenal reconquistado. No hago entrar a nadie ni invito a nadie. No he gastado una parte importante de mis capitales para ser admirado o para oír cumplidos, sino solamente para contentar a aquel muchacho que llevó, hace ya tantos años, mi mismo nombre y sufrió el fétido amontonamiento y la estrechez de la ciudad, y al fin se ha vengado restituyendolo a la luz al menos un trozo de aquellos campos que los hombres habían escondido bajo innobles cubos celulares. En las calles por donde todos pasaban, no paso más que yo. Donde los automóviles aullaban y apestaban, se pasean los plácidos osos. Donde había un bar, hay una fuente de agua clara. Donde el prestamista se hallaba apostado, en espera de una víctima, el chacal se solaza al sol. Me he pagado, en el corazón de una ciudad orgullosa y colosal, el verdadero lujo, el más costoso del hombre moderno: el aislamiento y el silencio. Los que pasan por el exterior y ven los altos muros desnudos y saben lo que hay dentro, exclaman: ¡Caprichos de un loco! Yo, en cambio, tengo la impresión de haberme fabricado, en el recinto de un vasto manicomio, una pequeña pero alegre celda de sabiduría. "

 
Del bolsillo al pimiento vuelvo a entrar hoy, sin dudar, sin distraer.
Como el acto de un asesino, sonriente en su orgía de sangre
Un mendigo ha muerto hoy, otro número enjaulado
Y la víctima y el aire que gastó, fue convirtiendo este pastel en atracción.

m

5.5.04
 
Just cause you asked for it...

Porque no puedo escribirte lo que recien senti?
Creo que nunca pude.
En seguida aparece un personaje que es el que habla.
No queria escribir, no sé lo que queria.
Siempre lo supe y nunca lo se.
Queria pintarme las uñas de los pies de negro y vi que no habia esmalte.
Solo rojo. No era.
Y despues no se.
Estas todo el tiempo.
No se como explicarlo porque no es que pienso en vos todo el tiempo.
La negacion de Freud solo dice que hay que quitar el no.
Whatever...
Cuando empiezo a escribir con tres puntos empiezo a pensar.
Despues me equivoco y aparecen los tachones (N.d.T.:la hoja manuscrita esta tachada).
Y despues la letra va cambiando y deja de tener estetica propia (N.d.T.: las computadoras no permiten tener estetica propia en el escribir)
Me detengo.
Los tres puntos de nuevo.
Tal vez ahora solo en mi mente, por un rato, porque los tengo presentes.
Esta bueno estar sola.
En un punto estoy contenta.
Esta pasando en el momento indicado para ser.
Last chance... (tres puntos de nuevo).
Estas todo el tiempo y te extraño.
Solo quero que estes cuando haya terminado todavia.
Quiero que me veas contenta.
Quiero que me vivas contenta.
Quiero que veas lo que quiero ser.
Por eso no te puedo dejar ir.
Pero ya hice eso, ahora solo falta lo demas.
Pero ya empezo, y no voy a poder pararlo.
Por eso espero que lo pares vos...
Y se que no lo vas a hacer.
Por eso estoy triste...
Y agradecida supongo.
Te extraño mucho.
Quiero poder ir al cine y volver y que estes en casa.
Quiero poder darte esta carta.
Quiero que no me dejes ir.
No creo que crea en los despues...
Las segundas mitades no son siempre malas, pero si mas... condescendientes? (para los que me lean siglos despues, Ref: Kill Bill Vol. 2; Tarantino, Quentin y Thurman, Uma; 2004).
Te amo.
Y creo que voy a cometer la estupidez de darte esta carta; probablemente con alguna aclaracion estupida (N.d.T.: la autora nunca entrego esta carta pero se dice que si ocurrio un encuentro del que nadie sabe demasiado).
Me gusta demasiado hacerte sonreir.
Aunque solo lo este imaginando.
Aunque no entiendas que tenias que sonreir.
Como ahora.
Soy terriblemente miedosa.
Soy solo una niña malcriada que no sabe hacer nada sola.
Esa oracion estuvo mal.
Pare demasiado a pensar y no pude usar las palabras.
Y despues, pense mas aun y me acorde que ibas a leer eso, que yo habia decidido que ibas a leer esto.
Y me empece a hacer problemas porque ya tenia un interlocutor que me tenia que entender.
Y ahora me miento y pretendo que todo esto son solo licencias literarias.
Bullshit!
Es mierda.
Pero creo que es la primera vez que estoy escribiendo mientras sigo una cadena de pensamientos tan larga.
Ahora que lo dije, basta un segundo que me detenga para no poder seguir.
No se si me seguis, pero esta soy yo (Do you find me sadistic? Not with you kiddo, at this moment, you´re looking at me in my most masoquistic self...).
A veces siento que no te disfrute.
Me diste demasiadas cosas.
Todo el tiempo estaba atenta a lo que me estaba pasando, como si estuviera en una pelicula.
Eso me pasa todo el tiempo.
Con todo.
Pero con vos tomo un rumbo que nunca pude preveer.
Un dia te lo dije; creo que nos vamos a separar antes de conocernos.
Y no del conocernos en el que creo, el que es imposible.
El humano, el que se puede.
Y ahora te conozco asi, todo lo que puedo conocerte.
Y te amo.
Te amo asi.

a.

4.5.04
 
Semana de noviembre, lluvia fría, intensa lluvia.
No paro de rotar o de rodar. Ya es lo mismo, sustancias distintas, todas disímiles, algunas puedo conbinar, es como preparar una ensalada.
Sustancias derivadas de la naturaleza, todo se consume
Como un esfuerzo indescriptible, un esfuerzo malogrado
Calambres físicos dementes

Maldita escultura hipócrita de ruidos inservibles, la maquinaria de la tecnología ha hecho sacudir a este mundo
La tecnología macabra que roba sonidos puros, de atmosferas inigualables
Es la misma tecnología que devora a los oídos
Con su sarta de discurso inferior

Luego de que me viera forzado a contarte mi indignidad, te devuelvo un beso trunco, por que hoy no soy así.


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